Seguro que nunca te has parado a pensarlo, en el mejor de los casos piensas que disfrutas de una situación financiera desahogada, llegas sin problemas a final de mes y tienes algún dinerillo ahorrado; pero en otros muchos casos tu situación financiera es el origen de muchos otros problemas familiares. Independientemente de cual sea tu caso, lo más importante es conocernos, saber de que punto partimos para poder mejorar la gestión de mis finanzas personales.
Empecemos entonces por hacer un diagnóstico , para ello primero elaboraremos un presupuesto familiar, es muy sencillo, coge lápiz y papel y vamos a tratar de sacar el mayor partido a todo el dinero que entra en tu hogar:
1.- Ingresos: en la primera columna de nuestro presupuesto deberemos de indicar cuáles son los ingresos familiares: nóminas, trabajos extras, cobro de paro o prestaciones, ayudas o cualquier tipo de entrada de dinero que haya en el hogar.
2.- Gastos: en la segunda columna registraremos todos los gastos que realizamos mensualmente, los vamos a diferenciar según el tipo de desembolso:
- Obligatorios: serán aquellos gastos que no podemos dejar de pagar ni variar su importe, son los denominados gastos fijos como la hipoteca, el alquiler de la vivienda, la comunidad o los préstamos bancarios. Si dejamos de pagarlos las consecuencias puedes ser nefastas para la economía familiar.
- Necesarios: Son gastos que podemos reducir, pero no eliminar. Lo que nos gastamos en los recibos de electricidad, de gas, la comida, el transporte…. todos ellos son gastos necesarios pero se pueden reducir si hacemos un consumo más moderado y utilizamos algunos trucos: utilizar bombillas de bajo consumo, bajar unos grados la calefacción, no utilizar el coche o el bus para todos los desplazamientos etc…
- Ocasionales: Son gastos que podemos eliminar fácilmente, aquellos que en caso de necesidad podríamos reducir o incluso prescindir de ellos: comidas fuera de casa, tabaco, una caña en el bar, un café etc… no se trata de eliminar nuestra vida social, pero si gestionarla correctamente.
Una vez identificados todos los ingresos y gastos comparemos ambas columnas y nos dará la capacidad de ahorro mensual como diferencia entre los ingresos totales y los gastos totales. en estos momentos tendrás una radiografía perfecta de le economía familiar, tendrás identificados perfectamente los gastos , tu capacidad de ahorro y sabrás sobre que gastos puedes reducir para incrementar tu ahorro mensual que te lleve a alcanzar tus objetivos. Si tus gastos son mayores a tus ingresos tenemos un problema, con solución pero un problema; si tus ingresos superan a tus gastos gozas de buena salud financiera, sólo tendremos que empezar a trabajar con el ahorro para alcanzar tu independencia financiera.
Conviene que no te olvides de ser lo más sincero posible al realizar este análisis, no ocultes ningún gasto; implica a toda la familia en el análisis; elimina lo innecesario y reduce lo necesario; paga todos tus gastos con tu tarjeta de débito, la que se carga en el momento en la cuenta, así te será más fácil llevar un control de todos los gastos realizados en el período a través de un extracto de la cuenta corriente; quítate de encima las deudas por las que se pagan intereses muy altos, reestructura tus deudas, los préstamos personales al consumo son muy caros y se pueden evitar con un presupuesto bien hecho; y nunca olvides !No gastemos por encima de nuestras posibilidades!.